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NEKANE DOMBLÀS
Un mes después de la inauguración por todo lo alto de la residencia para mayores y alzheimer ubicada en el antiguo Hospital Militar, entre las calles Olmos y Sant Miquel de Palma, el centro sigue sin estar abierto al público. A la inauguración acudieron el presidente del Govern, Jaume Matas; la vicepresidenta, Rosa Estaràs, y la consellera de Presidència, Rosa Puig.

La inauguración oficial no ha servido para que los enfermos de alzhéimer y discapacitados disfruten aún de este nuevo equipamiento. De hecho, en la puerta de la residencia puede verse un simple papel adherido con celo al cristal en el que, sin más explicaciones, se remite al número 3 de la calle Juan Luis Estelrich para obtener más información. En esta dirección tiene su sede la Fundació Balear de la Dependència.

Fuentes de la Conselleria de Presidència aseguraron que el retraso entre la inauguración de la nueva residencia y la puesta en marcha del servicio para los usuarios es el normal en otras residencias. Aseguraron que, durante este tiempo, la Fundació Balear de la Dependència ha ido tramitando los expedientes que han presentado los solicitantes para determinar si cumplen o no el perfil que se les exige.

En los últimos meses, el Govern ha puesto en marcha una serie de residencia para la tercera edad en las que se ha seguido el mismo procedimiento, es decir, primero se inauguran las obras y después comienza el periodo de selección entre las personas que solicitan una plaza.