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P.C.
El doctor Miquel Dalmau, uno de los propietarios de la Policlínica Miramar, se negó ayer a prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Palma, en la querella criminal por una supuesta estafa procesal interpuesta por el también médico Pau Ramis, ex socio de Dalmau en ese centro asistencial. Ramis, defendido por el abogado Fernando Mateas, se querelló contra Dalmau y el perito que realizó un informe pericial de parte, que reflejaba una supuesta deuda millonaria que él mantenía con la Policlínica. «No voy a entrar en el juego del querellante. La justicia pondrá al final a cada uno en su sitio», manifestó Dalmau, defendido por el letrado Eduardo Valdivia, poco antes de negarse a responder a la preguntas de la jueza.