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La sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados de ayer fue, una vez más, una escenificación de las diferencias que enfrentan a los dos grandes partidos, Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Partido Popular (PP), en materia antiterrorista. Los argumentos esgrimidos por el líder conservador, Mariano Rajoy, iban desde la postura de la Fiscalía en el último episodio judicial de Arnaldo Otegi hasta la presunta apertura de la 'puerta de atrás' para que Batasuna pueda concurrir a los comicios municipales de mayo.

Por lo que se refiere a Otegi, como en tantos otros casos, no cabe más que dejar que los tribunales ejerzan su labor y actúen aplicando la legislación. Aunque la peripecia vivida ayer no deja de asemejar absolutamente esperpéntica. Transcurridos seis años desde que acontecieron los hechos, con la detención tras su incomparecencia y con una vista fijada desde enero, la Fiscalía retiró ayer mismo la acusación, con lo que Otegi quedó absuelto, dando la triste y falsa impresión de que ha vencido a la Justicia. Y, sin duda, todo este patético episodio avivará las críticas de un PP que ha hecho del asunto terrorista materia de oposición frontal al Ejecutivo.

Por otro lado y en lo referente a la posible presentación de Batasuna o de sus llamadas listas blancas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue meridianamente claro al asegurar que se aplicará «al pie de la letra» la Ley de Partidos, lo que significa que, para poder concurrir a las elecciones, no cabe sino la condena total y explícita de toda forma de violencia.

Rodríguez Zapatero dijo, además, que hacer oposición basándose en la política antiterrorista es algo inútil para los ciudadanos. Y si bien es verdad que así es y que existen otros múltiples problemas que los políticos deberían afrontar para dar respuesta a las demandas reales de la sociedad, las dos formaciones, PP y PSOE, son culpables en igual medida de haber convertido el asunto en centro de atención de la opinión pública. En este tema, es preciso, además de caminar unidos, hacer el menor ruido posible.