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Nació en el hospital militar de Palma el 27 de septiembre de 1962 y todavía recuerda que en s'Arenal, donde iba a bañarse, había un búnker. Su padre, teniente de Marina, fue el habilitado de la Comandancia de Marina de Palma. El comandante de la guardia civil Jesús Narciso Núñez Calvo, hoy asesor del general jefe de la Brigada Multinacional Este de la FINUL en materia de seguridad y asuntos policiales, enlace con la gendarmería libanesa y policía militar de la ONU en el Líbano y con la fuerza de Seguridad del Estado Español, es el Provost Marshal, de acuerdo a la terminología de la ONU. Provost, porque es el encargado de vigilar que se cumpla la ley y se distribuya la justicia, y Marshal, porque es el responsable de la policía, o dicho de otro modo, es el representante de la ley y el orden en esta misión.

Su abuelo, Narciso Núñez Olayeta, fue comandante de un submarino B1, con base en Maó, donde junto a otros militares y civiles fue fusilado por un grupo de suboficiales republicanos, comandados por un tal Márquez, brigada, la noche del 2 al 3 de agosto de 1936, siendo sus cuerpos enterrados en la fosa común del cementerio de Maó. Otro tío suyo fue el almirante Francisco Núñez Lacaci, que estuvo destinado en Palma, comandando la escuadra de dragaminas de Porto Pi. Su padre perteneció a la Marina...

-Por convicción. Entré en el cuerpo como guardia, en los años 80, cuando la Guardia Civil era perseguida a diario en el País Vasco. Eso me hizo encaminar mis pasos hacia esta institución. Entré de guardia, y estudiando para guardia, en Úbeda, aprobé el ingreso a la Academia General de Zaragoza, pasando a ésta como cadete con la intención de ser oficial de la Guardia Civil, por lo dicho antes. Por convicción. Cuando fui teniente en 1986, pedí ir al País Vasco. Estuve en Deva como capitán jefe de la Compañía de Zarauz. El 11 de diciembre de 1987 sufrimos un atentado de ETA en Plasencia de las Armas, en el que murió el sargento Solís. Ese mismo día hubo otros dos atentados, uno en Zaragoza, donde ETA se cobró muchas vidas y otro que le costó la vida a un policía nacional. Meses antes, 22 de julio, ETA lanzó cuatro granadas a nuestro cartel de Deva, y en el de julio del año siguiente, ETA lanzó otras seis granadas contra mi cuartel de Zarauz produciendo cuatro heridos. En aquellos años, el que sería general Galindo, a la sazón comandante, era mi jefe. De él diré siempre que fue un buen jefe, militar, serio y trabajador. Una persona íntegra.

Al comandante Núñez Calvo le cabe también el honor de haber sido el primer guardia civil en misión de paz con la OTAN, y el primero que participa en una misión de paz de la ONU. «He estado en Mostar, Nicaragua, Irak y ahora aquí. Puedo considerarme un pequeño veterano en misiones internacionales». Como hemos dicho, en la base Miguel de Cervantes de Blat (Líbano Sur), tiene la misión de asesorar al general en materia de seguridad y en asuntos policiales; es, además, oficial de enlace con los gendarmes libaneses, con las policías militares de la ONU y con las fuerzas de seguridad españolas de España. Aparte de esto, lo cual no es poco, se encarga de llevar el control de la paquetería que entra y sale de España con destino a la fuerza española. «Entre otras cosas -nos aclara- para que no entren o salgan, mercancías nocivas, o que no se acojan a la normativa europea». Por otra parte, después de haber hecho un estudio sobre necesidades, en un futuro próximo será el responsable de los equipos de Guardia Civil de Tráfico, policía judicial y de control fiscal. Mientras todo esto se pone en marcha, el comandante Núñez Calvo cuenta con una unidad de policía militar del Ejército de Tierra.