El metro es una de las grandes obras públicas de esta legislatura.
El tráfico, otra causa.

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La calidad del aire de Palma empeoró en los pasados meses de agosto y septiembre respecto al mismo período de 2005, con incrementos en todas las emisiones registradas: dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, partículas en suspensión (polvo), monóxido de carbono y ozono. Pese a estos datos, en ningún caso se puede hablar de niveles peligrosos para la salud.

Según datos aportados Medi Ambient y recogidos por el Centre de Recerca Econòmica de Sa Nostra, la concentración media de partículas en suspensión fue, los pasados julio, agosto y septiembre, de 33,3 microgramos. En el mismo período de 2005, la concentración fue de 25,7 microgramos. El incremento, de un año para otro, ha sido del 30 por ciento.

El aumento de las emisiones de partículas en suspensión se asocia desde la Conselleria a la ejecución de grandes obras públicas en Palma, principal el soterramiento del tren y el metro.

El dióxido de nitrógeno presentó en el trimestre julio-septiembre de este año una concentración media de 51,3 microgramos frente a los 42,4 del mismo período de 2005. En este caso, el incremento es del 21 por ciento.

Por su parte, las concentraciones de monóxido de carbono han presentado un registro elevado, cifrado en 0,5 miligramos de media, ante los 0,3 de un año antes, y con una punta máxima que ha alcanzado el miligramo. El aumento sería del 66 por ciento.

En estos dos últimos casos, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, su mayor presencia se relaciona con un aumento del tráfico.

En cuanto a contaminantes secundarios, la presencia de ozono ha aumentado tanto en la estación de registro de la calle Foners como en la del Castell de Bellver. En la primera estación, el tercer trimestre de este año presentó un registro de 46,8 microgramos, 30,5 en el mismo período de 2005, si bien hay que tener en cuenta que este último valor es bastante bajo. De cualquier modo, el incremento supera el 50 por ciento. En Bellver, la diferencia de un año ha sido de 76,9 frente a 62 microgramos, un aumento del 22,5%.

Para el Centre de Recerca Econòmica, «sin duda, la mayor afluencia de turistas durante el verano ha contribuido poderosamente al hecho de que todos los principales contaminantes hayan elevado sus niveles -en algunos casos, de forma importante-, respecto a los últimos años».

El organismo de investigación de Sa Nostra también se refiere a la contaminación acústica en Palma. En función de sus datos, el nivel de ruido registrado en la estación de Foners se situó en una media de 68,8 decibelios durante el tercer trimestre del presente año, 1,8 decibelios más que en el mismo período de 2005.

Efectos sobre la salud
El aumento de la presencia de gases como el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, ozono y partículas en suspensión agudizan ciertas enfermedades respiratorias, como por ejemplo el asma.

Falta de lluvias
También hay que tener en cuenta que la falta de lluvias de los últimos meses es uno de los factores que impide mejorar los niveles de contaminación. Las precipitaciones tienen un «efecto limpiador» del aire. Las situaciones estables, con falta de lluvias, sin viento contribuyen a empeorar la calidad del aire.

Calidad del aire
La calidad del aire empieza a ser un bien precioso en Europa. La mayor parte de los turistas que llegan a Balears, sobre todo los procedentes de determinadas zonas de Alemania y del Reino Unido, no disfrutan de una calidad del aire como la de las Islas.