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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha prometido algo que ya era de por sí una promesa electoral en la presente legislatura, la cogestión y descentralización de la gestión de los aeropuertos. El anuncio y la promesa realizada al president Jaume Matas, por parte de ZP sólo es un paso más en ello, aunque se ha quedado coja, ya que dicha medida debe también abarcar no sólo a Son Sant Joan, sino también a Maó y Eivissa. Hablar de cogestión mixta, con participación del sector privado, en un aeropuerto, mas en los de las Islas, conlleva toda una serie de valores añadidos en materia de optimización de recursos y mejora de competitividad. Si la gestión es local y no depende de criterios comerciales ni impositivos por parte de Madrid, está claro que se sabrá actuar con unos parámetros de gestión privada que beneficiarán la propia actividad aeroportuaria balear y establecer unas tasas que hagan mejorar la actividad en los meses de temporada baja y media, que es la gran asignatura pendiente en Balears en los 60, 70, 80, 90, 2000 y años venideros. Las compañías aéreas se quejan de que los servicios aeroportuarios y tasas actuales son caros, si se comparan con los que imperan por Europa, de ahí que una política comercial con criterios de «aquí» puede, a priori, mejorar la competitividad de Son Sant Joan, Maó y Eivissa frente a los aeropuertos turísticos de la cuenca mediterránea en temas de tasas de aterrizaje y despegue, así como en todos los servicios aeroportuarios, entre ellos el «handling» (servicio en tierra a aviones y pasajeros). De cara a lo que se avecina, lo más positivo que ha trascendido es la unión empresarial y la coincidencia de todos los partidos e instituciones respecto a la cogestión, porque es una necesidad en Balears.