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La presidenta del Consell de Mallorca y de UM, Maria Antònia Munar, justificó ayer el modelo de educación trilingüe (catalán, castellano y una lengua extranjera) que impulsa el actual Ejecutivo del PP y recordó que ya en su época de consellera d'Educació, cuando Gabriel Cañellas (PP) presidía el Govern balear, lo impulsó y promovió.

Munar expresó ciertas dudas sobre la aplicación del decreto (cuestionado por una parte de la comunidad educativa y por los partidos de la oposición ya que no incluye una cuantificación presupuestaria ni un programa de desarrollo definido) pero UM optó por votar con el PP para recazar una iniciativa del PSOE para que el Consell instara al Govern a anular el decreto.

La propuesta incluía un apartado que UM sí apoyó: crear una comisión de expertos que dictaminara sobre la viabilidad del proyecto. No salió aprobada ya que, en ese momento, Miquel Nadal se había ausentado del pleno. De haber estado presente, y al faltar también un socialista (Francesc Quetglas, en tratamiento médico), se habría producido un empate. En estos casos, decide el voto de calidad de la presidenta, como en los ayuntamientos.

La semana pasada, el secretario general del PSIB, Francesc Antich, había declarado que él también promovería el sistema trilingüe, aunque con garantías reales de aplicación. La tesis de la oposición es que el decreto del Govern de Matas no deja de ser un «brindis al sol» ya que no concreta los medios de aplicación ni prevé aumentar plantillas de profesores ni nada por el estilo. La oposición interpreta que lo único que se hace es crear una «doble vía» en el modelo educativo y que «los colegios de élite» podrán ofrecer educación trilingüe con garantía, pero los centros públicos, no. Al margen de la votación sobre el trilingüismo, el debate más polémico que se suscitó tuvo que ver con el proyecto de construcción de un campo de golf y un establecimiento hotelero en Son Real (Santa Margaldia).