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Un calabozo, como mínimo, e instalaciones adecuadas para un correcto desarrollo del trabajo de jueces, secretarios y funcionarios. Esas son las condiciones que exigen a Gerencia de Justicia en Balears los ocho jueces de lo Penal para trasladarse desde Vía Alemania al edificio de Carreteras cedido por el Consell de Mallorca. La mudanza, que debería haberse hecho efectiva el pasado 2 de mayo, se ha retrasado, como ya informó este diario, debido a las reticencias expresadas por los jueces. El juez decano de Palma, Francisco Martínez, ha mantenido diversas reuniones con Gerencia de Justicia para intentar subsanar las anomalías.

A pesar de que se ha avanzado en la solución de las cuestiones propuestas por los jueces, éstos siguen desarrollando su trabajo en la sede judicial de Vía Alemania. Ayer, los jueces se reunieron en junta para estudiar la nueva situación planteada. La mayoría opina que el traslado sólo debe producirse una vez constatado que el edificio reúne todas las condiciones. El edificio de Carreteras albergará a los juzgados de lo Penal, en principio, hasta diciembre de 2006, fecha en que está previsto finalicen las obras que se realizarán en la sede de Vía Alemania para habilitar la futura Oficina Judicial.

En abril, el Consell de Mallorca hizo entrega simbólica de las llaves del inmueble, en un acto al que también asistió el gerente del Ministerio de Justicia en Balears, Joaquín Vaquero. Sin embargo, tras una rápida inspección ocular, el juez decano pudo comprobar que ni siquiera se había habilitado un calabozo para detenidos, instalación imprescindible para el correcto funcionamiento de los juzgados de lo Penal.