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Una placa situada en el claustro del convento de Santa Margalida, en el antiguo Hospital Militar General Médico Weyler y Laviña, recordará a todos los médicos y trabajadores que prestaron sus servicios en el lugar desde su fundación en 1847 hasta su cierre en junio de 2005. El acto de reconocimiento a los trabajadores del antiguo Hospital Militar, que se llevó a cabo ayer, fue presidido por el comandante general de Balears, José Emilio Roldán Pascual, acompañado por el general de división médico Luis Villalonga Martínez, y el teniente coronel Antonio Pascual, jefe del Servicio Sanitario de la Comandancia General de Balears.

Un acto que también contó con la presencia de la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs; la vicepresidenta del Consell, Dolça Mulet, y la consellera de Presidència, Rosa Puig, entre otras autoridades. Todos los asistentes loaron la labor desarrollada por los profesionales sanitarios en los más de 150 años de servicio que el Hospital Militar de Palma prestó a las Islas.

El comandante general de Balears tras reconocer la labor del personal, mostró su satisfacción por el hecho de que parte del recinto del Hospital Militar se convierta en la sede del Centro de Historia y Cultura militar de Balears. «Hay que integrar estas dos partes indivisibles de la sociedad, la militar y la civil, que siempre han vivido de espaldas», incidió Roldán en su discurso. Por otra parte, organizado por la Reial Acadèmia de Medicina de Balears (RAMIB) y la Comandancia General de Balears, se ofreció ayer tarde la conferencia «Defensa frente armas de destrucción masiva», que corrió a cargo de Luis Villalonga, general de división médico.