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Más de 25.000 habitantes del barrio San Isidro, en el extrarradio de Managua, ya pueden ser atendidas en el único dispensario que existe en la zona gracias al envío de medicinas y material sanitario realizado por Apotecaris Solidaris a finales del año pasado. Se trata de un pequeño centro de salud gestionado por la congregación Amistad Misionera en Cristo Obrero (Amico) que atiende «a toda una población sin recursos, paupérrima. Gracias a la ayuda prestada por Apotecaris Solidaris y el Govern balear pueden acceder a una atención básica. Trabajamos aquí desde hace años y las condiciones de vida de muchos barrios nicaragüenses son extremas. Faltan medicinas, los médicos han hecho ya varias huelgas que han afectado directamente a la población más débil y el extrarradio de la capital está cada vez más desatendido», afirma la religiosa mallorquina Esperanza Garau, superiora general de Amico. El dispensario ya no disponía de los recursos necesarios para atender, en especial, a la población infantil. «Las medicinas escasean y los niños son los que más padecen esta escasez. Apenas teníamos medicamentos para tratar las diarreas, afecciones respiratorias y fiebres. Gracias a esta ayuda tan necesaria, el dispensario de Amico, donde trabaja un médico y una enfermera, continúa funcionando y atendiendo a más de 400 personas cada día», añade sor Esperanza. Apotecaris Solidaris realizó un envío de más de cien kilos de medicinas, «un envío esencial para una zona tan pobre como San Isidro».