TW
0

EUGENIO RODRÍGUEZ/J.T.B
Despliegue de fuerzas de orden público sin precedentes, incidentes y detenidos. Esto de un lado. Del otro, cruce de acusaciones entre el PP y la oposición y peticiones de dimisión al delegado del Gobierno, el socialista Ramon Socías. Este es eparte del día en Eivissa donde el ambiente está cada vez más caldeado.

Casi un centenar aproximado de agentes de la Guardia Civil, con equipos de refuerzo antidisturbio procedentes de Madrid, llevo a cabo ayer a las 7,30 horas un despliegue policial sin precedentes en la Isla, cortando por sorpresa el tráfico de la carretera al aeropuerto, desde la rotonda de Can Sifre hasta el hipódromo de Sant Jordi para permitir que las máquinas de la constructora de la autovía del aeropuerto entraran en las fincas de la familia Malalt.

El amplio dispositivo policial pilló por sorpresa a un grupo de algo más de 50 antiautopistas que, desde las 7 horas, hacían guardia en Ca na Palleva y no pudieron hacer nada para evitar que las máquinas ocuparan las fincas. Dos detenidos, uno de 21 y otro de 34 años, a los que se les imputa un delito de resistencia a la autoridad.