Un funcionario de sanidad retira una paloma muerta en Palma protegido con una mascarilla. Foto: S.AMENGUAL

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J.J.SERRA/J.JIMÉNEZ
Decenas de llamadas de ciudadanos en los dos últimos días, añadidas a las registradas durante el pasado fin de semana, reflejan la alarma y la psicosis de gripe aviar que se ha desencadenado en Balears pese a que en las Islas no se ha confirmado ni un solo caso, ni de momento en toda España. El teléfono 112 del Servei d'Emergències de la Conselleria d'Interior, la Guardia Civil, Policías Locales, Emaya y el Servei de Ramaderia de la Conselleria d'Agricultura i Pesca han recibido en las últimas jornadas llamadas de ciudadanos informando de la presencia de aves muertas, heridas, enfermas o con un comportamiento anormal.

Especialmente llamativos fueron los casos, por lo concurrido de ambas zonas, de la recogida, ayer, de palomas muertas en la Plaça Major y en la Plaça d'Espanya de Palma. En la Plaça Major, se acordonó el lugar donde se encontraba el ave, junto a una de las columnas, y, con presencia policial, un técnico de Emaya retiró la paloma con guantes y mascarilla puesta. Las dos palomas fueron trasladadas al Centre Sanitari Municipal de Son Reus, realizándose los análisis pertinentes en cumplimiento del protocolo establecido para la prevención de la gripe aviar.

Las llamadas de ciudadanos se refieren a aves domésticas o salvajes, muertas, heridas o enfermas. Si la llamada se ha efectuado al 112, desde el Servei d'Emergències se pregunta al comunicante si el hallazgo se ha producido en una zona rural o urbana, si se trata de un ave doméstica o salvaje y qué estado presenta. Según las circunstancias y si existe algún indicio que pueda hacer sospechar de un caso de gripe aviar, hasta el lugar se desplazan técnicos del Servei de Ramaderia de la Conselleria d'Agricultura i Pesca, si se trata de un ave doméstica, o de la Conselleria de Medi Ambient, si se trata de un ave salvaje.