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Los actos vandálicos contra el mobiliario urbano le cuestan cada mes al Ajuntament de Palma alrededor de 9.000 euros, cifra que supera los 100.000 euros anuales.

Los actos vandálicos también se suceden en las zonas de juegos infantiles, donde se registran roturas den los postes de los toboganes y columpios, y pintadas de graffitis en los paneles. Asimismo, y en estos mismos espacios, Cort se ve obligado a arreglar las consecuencias de las mordeduras de perros en los asientos de los columpios y a incrementar el servicio de limpieza en los areneros de seguridad debido a la defecación de animales de compañía.

Según datos facilitados por Infraestructures de Cort, cada mes queda dañado el tres por ciento de todo el mobiliario urbano de Ciutat. Roturas de listones, rayados con navajas y grafittis, rotura de rejillas de los bancos, rotura de losas, robos de bancos y quemado de tablones son algunas de las acciones que se repiten en Palma.

«Se destina aproximadamente unos 9.000 euros al mes para reparar las consecuencias de los actos vandálicos. La mejor actuación que realiza el Ajuntament frente a estos actos es la rapidez de respuesta en las reparaciones», afirman fuentes de Infraestructures.

Actuación
«Cuando se detecta un acto vandálico del tipo que sea, se intenta reparar los daños en el menor tiempo posible para evitar, primero, potenciales peligros.

Pero además, desde el Ajuntament se asegura que se actúa rápidamente para evitar un aspecto descuidado de la zona afectada que dé pie a más actos vandálicos.

El Consistorio dispone para ello de las empresas contratistas que dan este servicio de mantenimiento. Además, la Policía Local realiza una labor de vigilancia y se minimizan estos actos vandálicos con carteles indicativos (prohibido perros, etc) y cerrando los parques por la noche».