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Unas 17.000 personas, todas ellas trabajadoras de la Administración General del Estado en Balears (la Delegación del Gobierno, la Administración Periférica y todas las oficinas de la Administración) ya se benefician desde el primero de enero de una serie de propuestas contenidas en llamado Plan Concilia y que tienen por objeto adecuar la vida laboral a la familiar. Una de estas medidas, que el Ministerio para las Administraciones Públicas consideraría adecuado trasladar a la empresa privada -aunque, de momento, no está en su mano- pretende que «a partir de las seis de la tarde no haya nadie en la oficina». Fuentes de la Delegación del Gobierno en Balears han indicado que la jornada laboral, por factores diversos, se alarga más allá de los estrictamente necesario. Por ejemplo, la idea es que no se convoquen reuniones más allá de las seis de la tarde. Cualquier cuestión, explican, debería resolverse antes o, si no es tan urgente, puede esperar al día siguiente por la mañana.

«De esta medida -indican- la Administración Pública se equipara a los países desarrollados de nuestro entorno, cuyos horarios laborales no exceden, salvo situaciones excepcionales, estos límites». El plan es una de las grandes apuestas del Gobierno de Zapatero para la mitad de su mandato. También las comunidades autónomas, en su ámbito competencial, están preparando propuestas para conciliar la vida laboral y familiar. En el caso de Balears, estas propuestas se gestionan desde la Conselleria de Presidència que dirige Rosa Puig. En la reunión que mantuvo el delegado del Gobierno antes de las Navidades con los cargos de la Administración del Estado en las Islas, les pidió que pusieran todos sus esfuerzos en modernizar la Administración.