La junta general de la Federació de Confraries de Pescadors de
Balears acordó ayer tarde, por unanimidad (estaban representadas
las 16 cofradías de las Islas excepto la de Formentera por
problemas de desplazamiento), un paro indefinido y mantener
amarrada la flota como medida de presión ante el Gobierno central
por las sucesivas subidas del precio del gasóleo.
La junta general no abordó medidas alternativas y ni siquiera
fue necesario someter a votación el paro indefinido, pues fue
aceptado por unanimidad. Pese a que el amarre indefinido fue
decidido en la reunión de la tarde, los barcos de arrastre (barques
de bou) de Mallorca y Eivissa ya no salieron a faenar ayer de
madrugada, aunque sí lo hizo una parte de los de artes menores. En
Menorca y Formentera salieron a pescar todos los barcos.
Ya de principio, las cofradías descartaron medidas más
contundentes como el bloqueo de los puertos, realizado en diversos
puntos de la Península. De hecho, los puertos de Balears se dieron
ayer por «bloqueados» por las cancelaciones de trayectos marítimos
con la Península.
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