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El titular del juzgado de instrucción número 3 de Palma dejó ayer en libertad a un presunto terrorista kurdo que fue detenido el miércoles en Llucmajor y que estaba reclamado por las autoridades turcas, que le habían condenado a doce años y medio de cárcel por pertenecer al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán).

Fikret Karaoglan, el supuesto líder independentista, tiene 34 años y en marzo de 1995 participó en unos graves disturbios en Turquía, entre fuerzas de seguridad y kurdos que reclamaban la creación de un Estado kurdo. Según Turquía, lanzó cócteles molotov y repartió propaganda radical. Por entonces era universitario y era uno de los líderes de la Liga Juvenil del Kurdistán. Su situación se complicó cuando fue detenido y poco después consiguió la libertad provisional, a la espera de ser juzgado en Cermik (Turquía). Fikret, que denunció torturas y vejaciones durante su estancia en la comisaría, pensó que no tendría ninguna posibilidad de un juicio justo y puso en marcha un plan de fuga, que culminó en 1999, antes del juicio. Se las arregló para llegar a Bélgica y ahí pidió asilo político, que le fue concedido. Las autoridades turcas lo juzgaron en rebeldía y lo condenaron a doce años y medio de cárcel, a pesar de que el joven ya había empezado a trabajar como periodista en Bélgica y no tenía ninguna intención de regresar a Turquía.

Como refugiado político Fikret creía que la orden internacional de detención contra él sería anulada y en la segunda semana de agosto viajó a Mallorca, acompañado de un amigo. Los dos kurdos se alojaron en un hotel de una urbanización costera de Llucmajor y el pasado día 13 el Grupo de Información de la Guardia Civil de Palma descubrió su presencia en la Isla. La estancia de la Familia Real dispara los controles y los filtros durante la época estival y el nombre de Fikret Karaoglan apareció en una ficha de hotel, lo que disparó todas las alarmas. Era, según Interpol, un «terrorista» reclamado por Turquía y los servicios de inteligencia de la Comandancia de Palma extremaron la vigilancia para conocer todos sus pasos.