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La bióloga, presentadora, actriz y una de las mujeres más populares de la prensa del corazón desde hace muchos años, Ana García Obregón, ya está de vacaciones en Mallorca y nos ofreció ayer un presunto posado en bikini. Y decimos presunto, pues tras correrse la voz entre los periodistas que saldría a la playa se hizo la sorprendida, como si no nos esperase. Y es que, el posado de ayer llevaba una pequeña trampa. A las 18.45 de la tarde, un coche salió de El Manantia, la casa de la familia García Obregón. En el interior del vehículo iba Ana, su chófer y escolta y el pequeño Alejandro con otro niño. En la puerta de la casa se encontraban los coches de los periodistas que realizarían el presunto posado en la playa. El coche de Ana se desplazó hasta las pistas de tenis donde el profesor de Alejandro esperaba para comenzar las clases del hijo de la actriz. A partir de ese momento, epaparazzi Miguel Temprano, quien llegó el pasado jueves al mismo tiempo que Ana, comenzó a grabar a los periodistas y fotógrafos, como si éstos la agobiasen.

Nada más lejos de la realidad. La verdad es que entre los periodistas que nos encontramos ayer en la Costa de los Pinos, sabíamos que están rodando un programa en contra de los paparazzi y el acoso a los famosos. Y como Ana no se sintió muy acosada decidió ir hasta Cala Bona para ver si la seguíamos. Ante la negativa de los presentes, finalmente decidió dirigirse hasta la arena y dándose un baño de multitudes, pues los turistas se preguntaban quién es esa mujer, se acercó hasta la orilla de la playa.

Uff, un año esperando darse un chapuzón, y casi no se mete en el agua. «¡Qué fría!», exclamó Ana. Pero al ver que los fotógrafos la enfocaban se armó de valentía y fue dando saltos entre las olas hasta que el agua le llegó al cuello. Pero poco tiempo estaría, pues Ana quiso lucir palmito y es que la verdad, a pesar de su edad está muy, pero que muy bien. Quizás demasiado delgada, pero luciendo cuerpazo. Finalmente, cuando nos acercamos a hacerle la entrevista, comentó: «Ya está bien, dejarme en paz», mientras Miguel Temprano seguía grabando. En fin que no quisimos seguirle más el rollo y nos fuimos.

Julián Aguirre