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La regidora de EU-EV en el Ajuntament Marisol Fernández dio a conocer ayer que en el pleno del 28 de julio presentará una propuesta solicitando que se retiren el crucifijo que preside el salón de plenos y la placa alusiva al año 1939 -fecha en que acabó la Guerra Civil- como 'Año de la Victoria'. «Son símbolos propios de épocas predemocráticas felizmente superadas», dijo, para añadir: «La carga simbólica que acompaña al funcionamiento institucional tiene que estar plenamente de acuerdo con los principios y valores democráticos».

Fernández indicó que el crucifijo, situado detrás del asiento que ocupa siempre el primer edil, en esta legislatura la alcaldesa, la popular Catalina Cirer, y colocado encima del busto con la figura del Rey, «representa la sumisión del poder temporal al poder religioso», por lo que, en su opinión, «simboliza una concepción política propia de la época medieval y de las monarquías absolutas, e impropia de los regímenes democráticos, laicos y, obviamente, aconfesionales». Además, hizo referencia a la placa que habla de 1939 como 'Año de la Victoria'. «Es obvio que se trata de una terminología inequívocamente identificada con el régimen dictatorial encabezado por el 'caudillo' Francisco Franco, y por ello tiene que ser retirada», dijo.