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Los 14 diseñadores de la Escuela de Diseño y Arte del Mediterráneo presentaron sus colecciones en el desfile de fin de curso ayer por la noche en el patio de la Misericòrdia. Fue un éxito a pesar de algunos problemas de sonido e imagen. Davinia Teys, reflexionó sobre la importancia del cuerpo humano. El teléfono fue el protagonista en la ropa de Marga Payeras.

Lorena Fernández dio a conocer la artesanía del Baleares mediante telas típicas y colores de las casas de las islas. En el trabajo de Estefanía Borrás predominó el color negro con toques turquesas, verdes y rojos. Clio Carlos mezcló las formas de la naturaleza con la fantasía. Mª Antònia Montserrat, sumergió al público en el fondo del mar. Aina Llobero convirtió la ropa en chocolate.

Leonor González utilizó colores vivos y telas de bebé para representar la inocencia de los niños. Yasmin Liberman representó el estado de ánimo de una víctima de los medios de comunicación. Con el color negro, Núria Serrano, simbolizó la agonía y la impotencia que se siente ante una situación incontrolable. Fe Godoy se inspiró en colores llamativos que surgen después de catástrofes naturales. Katryn Riera criticó la represión de la mujer islámica mostrando modelos sensuales y ocultando sus rostros. Cristina Martín trabajó con la idea de amor y odio, contrastando colores vivos con oscuros.

Juanjo Buendía