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El presidente de la Demarcación de Mallorca del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears, Federico Climent, destacó que la Administració «ha hecho sus deberes» en relación a la promoción de «buenos» espacios y edificios públicos, aunque reconoció que la vivienda es la gran asignatura pendiente de Balears.

Climent manifestó que la exposición sobre los Premis d'Arquitectura de Mallorca 2002-2003 es un retrato de la sociedad mallorquina de estos años: «Las moratorias han dado sus frutos y se han hecho muchas viviendas en suelo rústico y pocas viviendas plurifamiliares; se han hecho pocos hoteles y la actividad se ha decantado hacia la reconversión; hay buenos resultados entre la recuperación y la actualidad, pero sobre todo enseña nuestros puntos débiles: tenemos muy buenos edificios singulares, sin embargo la gran masa de nuestra comunidad está compuesta por viviendas; nuestra asignatura pendiente y donde hemos de realizar el mayor esfuerzo para aumentar la calidad de nuestra arquitectura».

Por su parte, Francesc Fiol, conseller de Educació, destacó la creatividad y esfuerzo de los arquitectos: «Un sector que no sólo mueve dinamismo económico, sino también creatividad y arte».

Asimismo, asistieron a la presentación de la exposición Dolça Mulet, vicepresidenta del CIM y consellera de Cultura; y Rodrigo de Santos, concejal de Urbanisme del Ajuntament de Palma, entre otros.

La exposición, que estará abierta al público hasta el 31 de julio, muestra las obras premiadas así como los 57 proyectos que resultaron finalistas.