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Más de 2.000 inmigrantes volvieron ayer (desde la madrugada hasta las 14.00 horas) a pasar por la Jefatura Superior de Policía para coger número, con el fin de tramitar la tarjeta unificada de extranjeros (TUE).

El Comisario de Extranjería, Alfonso Jiménez, aseguró que «nadie ha dormido en la calle, ya que a partir de las 24.00 horas del miércoles, día 29 de mayo, la Policía Nacional repartió números para todos los que estaban llegando. Esta gente, una vez adquirida su cita previa, se marchaba a casa».

Más de un centenar de inmigrantes se concentraron a partir de las 20.00 horas del miércoles a la espera de adquirir los primeros números en la madrugada del jueves. Siete policías voluntarios, sin cobrar nada, se ofrecieron para atender la cola y repartir los números. Según Jiménez, «algunos efectivos orientaban al personal, diciéndoles lo que tenían que hacer. No se registraron situaciones de tensión».

Desde la madrugada hasta las 8.00 horas del jueves, se repartireron aproximadamente «más de 900 números», según fuentes policiales.

A las 12.00 horas, la cola registró su máxima intensidad. Mucha gente sabía de antemano, como el ecuatoriano Antonio R. J., que «ya no es necesario venir a pasar toda la noche para coger un número. La gente se ha organizado mejor y pide al jefe que le dé unas dos horas durante el día para hacer el trámite. Hemos salido ganando».

Jiménez aseguró que «la policía hace todo lo posible para evitar aglomeraciones. Hay voluntarios que se esfuerzan y ofrecen su servicio gratis para evitar que la gente sufra. No es grato para nadie ver a niños durmiendo en la calle, por eso nos hemos esforzado. No sé cuando acabará esta avalancha. Con las nuevas regularizaciones impulsadas por el Gobierno son muchas las personas que desean tramitar sus tarjetas de identificación».

Las colas masivas se han producido -cada jueves- desde hace más de cinco semanas. En las primeras convocatorias, la afluencia nocturna fue prolongada e ininterrumpida. Desde la semana pasada, la policía comenzó a repartir números nocturnos, con el fin de descongestionar las esperas. Varios extracomunitarios encuestados ayer manifestaron sentirse «moderadamente» satisfechos con las mejoras introducidas.