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La confirmación de tres positivos de clenbuterol en la granja porcina de Son Arnau, entre Inca y Llubí, ha causado extrañeza tanto en los técnicos que investigan el caso como en los titulares de la explotación. Esta extrañeza viene dada por el hecho de que se haya detectado clenbuterol en una granja dedicada a la reproducción y no al engorde. El clenbuterol es una sustancia prohibida que se utiliza para conseguir más músculo y eliminar grasa, y lo que interesa en la reproducción porcina es que las cerdas acumulen grasa. Además, el clenbuterol puede esterilizar las crías hembras.

Joan Rovira, presidente de la Associació de Productors de Porcí, es uno de los socios de la granja, una sociedad agraria de transformación. Rovira declaró ayer a este periódico que «no tiene sentido el clenbuterol en nuestra explotación, pues perjudica la reproducción. De todos modos, quedan por realizar contranálisis y, en caso de no coincidir con los resultados del Laboratorio de Referencia, se recurriría a los llamados análisis dirimentes. No tengo ni idea de cuál puede ser la causa. Puede ser accidental. Los análisis del agua y de los piensos dieron negativo. Los positivos corresponden a análisis de orina. Tengo el convencimiento de que nos hemos hecho nada irregular. De momento, la inmovilización de los 425 animales de la granja supone un golpe económico para la explotación que puede agravarse si perdura. Por ello colaboraremos en todo lo posible con la investigación».

La actividad de la granja de Son Arnau cuenta con la colaboración económica, como en otras muchas explotaciones, de la Conselleria y Sa Nostra. Por su parte, el PSIB ha exigido la mejora de las inspecciones para evitar productos prohibidos en algunas granjas.