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Enagás, gestora gasista del Estado y adjudicataria de la construcción del gasoducto entre la Península y Balears, está llevando a cabo, a través de una empresa subcontratada, una estudio geotécnico del fondo marino frente a la costa de Sant Joan de Déu y es Carnatge como previsible punto de llegada de la conducción submarina de gas procedente de la Península. Semanas atrás, Enagás realizó la misma labor en el punto de partida del futuro gasoducto, en este caso frente a la costa de Dènia (Alacant). Una vez concluida la prospección submarina frente a Sant Joan de Déu y es Carnatge, Enagás hará otro estudio geotécnico frente al dique del Oeste, que, como se recordará, es la otra opción de llegada del gasoducto, prevista para 2007.

Sin embargo, tanto el Govern del Pacte de Progrés como el actual Ejecutivo autonómico del PP han expresado sus preferencias por Sant Joan de Déu como punto de llegada del gasoducto, lo que ha levantado las críticas y protestas de las asociaciones vecinales de la zona (Coll den Rabassa, el Molinar, cala Estància y can Pastilla) y de grupos ecologistas. La Conselleria d'Energia, con Josep Juan Cardona al frente, mantiene que la llegada del gasoducto por Sant Joan de Déu ofrece las mismas garantías de seguridad que la red de gas existente, pero los vecinos replican que el dique del Oeste es el punto adecuado para la recepción del gasoducto por encontrarse más alejado de zonas habitadas.

Uno de los argumentos esgrimidos por la Conselleria d'Energia a favor de Sant Joan de Déu es su cercanía de cas Tresorer, donde se ubica la actual planta de aire propanado (gas ciudad) y a donde llegará, en este caso en un tramo subterráneo, el gas natural transportado por el gasoducto para, a partir de aquí, ser distribuido por la red de gas. El gas natural sustituirá al aire propanado. Por otra parte, en cas Tresorer está prevista la construcción de otra central eléctrica (GESA-Endesa iniciaría los movimientos de terreno a finales de este mismo año y para el próximo verano ya se habrían instalado las primeras turbinas), que se alimentaría con el gas natural transportado por el gasoducto. GESA-Endesa tiene previsto derribar la antigua central de Sant Joan de Déu este mismo año, en cuyo solar el gasoducto llegará a tierra y pasará de ser submarino a ser subterráneo.