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Son la comidilla de la prensa alemana. Sin ir más lejos, esta semana, tanto el «Frau Spiegel», como el «Bunte» hablan de ellos. De Matthias Kühn, de 46 años, separado de Andrea, al que llaman «el rey de las inmobiliarias», y de Sarah Kern, de 36 años, modelo, ex mujer de «el rey de las camisas», el diseñador Otto Kern, de 55 años, con quien hace 11 tuvo un hijo, Olivier. Y si unos dicen que son novios, otros no se aventuran a señalar lo suyo como algo más que una buena amistad, lo cual viene a ser lo mismo. De cualquier modo, creemos que aquí podría haber tomate.

-Digamos que por qué no. Pero dejemos que sea el tiempo que lo diga.

Porque, verán, anteayer, domingo de Pascua, Matthias, como ya es tradicional en él, invitó a una copa a los amigos y algunos clientes en Puerto Portals, hasta donde llegó montado en su coche, del que se bajó una impresionante mujer que para quien suscribe no pasó desapercibida pese a que el sombrero que lucía ocultaba parte de su rostro, con lo que rompía un tanto su imagen física, por otra parte espectacular. ¿Por qué mujeres tan hermosas como ella se ponen un sombrero que con la sombra que da sobre su rostro impiden que nos podamos recrear en su belleza? Porque estaba claro, al menos para nosotros, que quien iba debajo del sombrero era Sarah, una de las mejores modelos que ha dado Alemania, con permiso de Claudia Schiffer. Ha desfilado para Christian Dior -y otros muchos-, y una vez retirada de las pasarelas anda metida, de forma brillante, en el mundo empresarial.

-Matthias, ¿es ella tu novia?
-Digamos que somos muy buenos amigos.

-¿Una buena amistad que podría terminar en noviazgo? Al fin y al cabo los dos sois libres.

-¿Ella está de vacaciones... contigo?
-Ella quiere comprarse una casa en Mallorca.

-Comprártela a ti, por supuesto.
-De momento estamos mirando.

Lo que si está claro es que, sean novios o no, a través de esa más que amistad, en Alemania estos días se está hablando de Mallorca, lo cual se llama publicidad gratuita. Y ... pues ¿por qué no una reina para el rey de las inmobiliarias, como propone el «Bunte»?

Pedro Prieto