Algunos puestos de venta de pescado en los mercados aperecieron vacíos. Foto: PEP ROIG

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JOAN J. SERRA / JAVIER JIMÉNEZ
Golpes, patadas, puñetazos, empujones y gritos. Esto es lo que se vivió en la madrugada de ayer en la Llonja del Peix de Palma, en un enfrentamiento entre pescadores y vendedores de pescado al que tuvieron que acudir efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Policía del Puerto. La tangana se inició a las 4 de la madrugada, media hora antes de comenzar la subasta electrónica de pescado. Los pescadores habían cerrado una barrera para impedir el acceso a la sala donde preparan el pescado antes de colocarlo sobre la cinta transportadora de la subasta. Los peixaters exigieron acceder a la sala para, como han hecho siempre, comprobar y visualizar el género. Se iniciaron los enfrentamientos dialécticos y los vendedores empezaron a hablar de plantarse y no comprar nada. Con carácter de urgencia, representantes de ambas partes mantuvieron una reunión, pero no llegaron a ningún acuerdo. Tras ese encuentro infructuoso, los ánimos se caldearon aún más y los más exaltados de ambos bandos se enzarzaron en una pelea en la que tuvieron intervenir las fuerzas de seguridad para separarles. En principio, nadie presentó ninguna denuncia pese a que se causaron contusiones en medio de la trifulca. Cuando los ánimos estuvieron un poco más calmados, ya eran las 7 de la mañana y las dos partes dieron la jornada por perdida. Casi la totalidad de los pescadores de arrastre no salieron a faenar y los peixaters no compraron nada.

De hecho, numerosos puestos de venta de pescado en los mercados permanecieron ayer cerrados. Se da la circunstancia de que el martes (ayer) es el día de la semana que más pescado llega a la Llonja, pues a las capturas del lunes se unen las del sábado anterior. Cerca de 20 toneladas de pescado (más de dos mil cajas en la subasta) no llegaron ayer a los mercados. El director general de Pesca, Miquel Àngel Calviño, fue informado de los incidentes a las 4,50 horas y tuvo que desplazarse inmediatamente a Palma desde su pueblo, Son Servera.

Durante todo el día de ayer se sucedieron reuniones y contactos para intentar normalizar la situación. Cada parte sugirió una propuesta. Los pescadores propusieron ofrecer cada día a los peixaters un listado con las especies de pescado que van a salir a subasta. Los vendedores proponen que la barrera esté abierta de 4 a 4,30 de la madrugada. Bernat Bonet, presidente de Mallorca Mar, empresa explotadora de la subasta electrónica de la Llonja, asegura que «por normativa de higiene y seguridad, nadie, salvo el personal, puede acceder a la sala donde se prepara el pescado y el pasado lunes comunicamos a los vendedores que al día siguiente se cerraría la barrera». Para los peixaters, la barrera no es admisible «porque atenta contra el derecho a informarnos sobre el género que vamos a comprar, tanto en calidad como en cantidad».