El Govern consigue recaudar en impuestos un 33% más de lo previsto

El elevado precio de los pisos y el excelente comportamiento de mercado inmobiliario no sólo reportaron beneficios a los vendedores de vivienda. El Govern balear también fue uno de los beneficiarios: sus ingresos tributarios relacionados con la compra venta de viviendas de segunda mano fue de 246'45 millones de euros, casi la mitad del dinero que la ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, ofrece al Govern si firma el nuevo convenio de carreteras. Cuando un ciudadano compra una vivienda de segunda mano debe pagar un impuesto del 7 por ciento de su valor al Govern. De ahí proceden los 246'45 millones de ingresos tributarios del Ejecutivo. Si a esta cantidad se suman las ingresadas gracias a otros impuestos del Ejecutivo -como el sucesiones, el de patrimonio o el de actos jurídicos documentados- el resultado son unos ingresos totales de 432'14 millones de euros, un 33 por ciento más de lo que el Govern estimó que recaudaría y un 18'8 por ciento más de lo que ingresó en 2003.

Los responsables de que el Govern haya cobrado mucho más de lo que esperaba son los dos impuestos relacionados con la venta de vivienda: el de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados. Ambos tributos proporcionaron al Govern 335'91 millones de euros, casi el 80 por ciento del total de ingresos fiscales propios. Como elemento comparativo, hay que destacar que la Conselleria d'Economia recaudó en 2003 una cantidad similar (363'5 millones) con la totalidad de sus impuestos. Un repaso histórico a la evolución de los ingresos tributarios del Govern revela hasta qué punto están relacionados los ingresos tributarios con el aumento del precio de la vivienda. En tan sólo diez años, el Govern casi ha multiplicado por cuatro su recaudación. Los 114'26 millones que recaudó en 1995 no llegan ni a la mitad de lo que ingresó el año pasado tan sólo en concepto de transmisiones patrimoniales.