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El Banco de Alimentos de Mallorca, perteneciente a la Fundación Banco de Alimentos de Balears-Orden de Malta, recogió, almacenó y distribuyó 229.692 kilos de alimentos durante 2004.

Esta cifra supone 27.549 kilos menos que el año anterior y consolida la línea descendente iniciada en el año 2001, una tendencia que desde el banco se espera superar «con la ayuda de todos, empresas y particulares», reconoció su responsable, Antoni Mir.

El Banco de Alimentos es una institución benéfica, encargada de buscar alimentos gratuitos, almacenarlos, clasificarlos y donarlos a centros asistenciales, cuyo ámbito de actuación es Mallorca, aunque mantiene estrecha colaboración con otros bancos de alimentos. Su actividad se basa en el trabajo voluntario y en la generosidad de empresas, instituciones y particulares.

A lo largo del año pasado, las 229 toneladas recogidas se donaron a un centenar de centros asistenciales e instituciones, que acogen a 3.914 personas. El volumen de centros beneficiados fue muy similar a la del año anterior.

La mayor parte de las personas beneficiarias lo son a través de asociaciones privadas, que recibieron el 54% del total de alimentos; seguidas de las órdenes religiosas, el 32%, y la Delegación de Acció Social de la Diócesis de Mallorca, el 14%.

Las personas asistidas pertenecen a diversas tipologías, siendo las más numerosas las familias (1.442), las personas mayores (598), los marginados (420), la infancia (267), la inmigrantes (261) y los jovenes (220). Otros son toxicómanos (219), minorías étnicas (201), discapacitados (190), presos (56) y mujeres (40).

La entidad contó con 45 proveedores, de los que recibió cerca de un centenar de productos diferentes, entre los que destacan las bebidas refrescantes (67.138 litros), patatas y verduras (60.324 kilos), productos lácteos (35.101 kgs), pastas y arroz (9.344 kgs), ultramarinos (8.357 kilos), bolleria (7.191 kilos), productos de higiene y limpieza (5.264 kilos), desayunos y cereales (4.968 kilos), etc. El valor estimado de los artículos recibidos durante el año se aproximó a los 300.000 euros.

En cuanto a la procedencia de los alimentos, el 92,83 por ciento eran de empresas de producción y distribución y el resto de varios donantes: asociaciones (1,14 por ciento), colectas (el 1,24 por ciento) y otros (0,22 por ciento).

Esta institución benéfica comenzó a funcionar en 1996 con el objetivo de recoger alimentos para suministrar a las personas necesitadas de la Isla; sin embargo, la iniciativa había arrancado en 1989 de la mano de un matrimonio joven, que luego la dejó.

El Banco de Alimentos de Mallorca se apoya en la asociación del mismo nombre, cuyos cerca de 150 socios colaboran con sus cuotas en el sostenimiento del mismo. También, recibe donativos de amigos y se organizan rastrillos, subasta de belenes y «operaciones kilo».