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La mayoría de recursos presentados por ciudadanos extranjeros sobre los que pesan expedientes de expulsión abiertos por la Policía Nacional en Palma, son admitidos por los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), que además de paralizar esas órdenes, critican el «exceso legal» en el que se incurre en muchos de esos expedientes.

En sus resoluciones, los jueces dejan claro que al tramitar los expedientes de expulsión, no se motivan las razones e impiden la defensa del sancionado. Han sido los casos de ciudadanos rumanos, argentinos, rusos, nigerianos, pakistaníes, entre otras nacionalidades, que decidieron exponer sus respectivas situaciones ante abogados especialistas, entre ellos, Jaime Bueno.

«Los jueces están bloqueando la mayoría de órdenes de expulsión porque la mayorías de los expedientes son desproporcionados; es decir, en este caso, la Justicia es la gran aliada de los ciudadanos de extranjeros 'sin papeles'», señaló Bueno.

Los únicos casos en que los tribunales dan plena validez a los expedientes de expulsión abiertos por la Policía, son los de extranjeros con antecedentes penales o que han cometido delitos en Balears.

En las sentencias, los magistrados del TSJB son muy críticos con la actuación policial cuando optan por la expulsión: «En el presente caso», señala una de las resoluciones, «ni el acuerdo de iniciación del expediente de expulsión ni en su resolución, ni en el momento alguno del procedimiento administrativo se ha ofrecido explicación cualquiera (...) que justificase la aplicación de la sanción seleccionada por la Administración, concurriendo así vicio de anulabilidad en tanto que de ese modo se impide la defensa del sancionado y el control de la decisión administrativa en sede juridiccional».

Y añade: «La potestad sancionadora, en concreto, la individualización de la sanción, es esencialmente discrecional, pero su ejercicio se encuentra sometido al principio de proporcionalidad y, además, se requiere motivación, esto es, la fundamentación del proceso lógico que ha conducido a una concreta sanción, con lo que la motivación no actúa sino como elemento de deslinde entre lo discrecional y lo arbitrario».