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Finalmente serán precisos dos hornos, y no sólo uno, para que la incineradora de Son Reus pueda dar salida a las toneladas de residuos que se generan anualmente en Mallorca, según clarificó ayer el responsable del departamento insular de Cooperación Local, Miquel Riera.

Riera, tras el habitual brindis navideño con los medios de comunicación ofrecido por la presidenta de la institución, explicó que habrá que modificar el plan de residuos para acometer esta y otras actuaciones, como la construcción de un vertedero para emergencias, que se ubicará junto al actual pero que deberá ser sellado para adaptarse a la normativa europea. Una vez sellado se plantarán árboles sobre su superficie, dijo el titular del Departamento. El sellado del vertedero tiene de plazo hasta el año 2007. En paralelo, se acometerán las obras de ampliación de la incineradora. Sin embargo, también se potenciará la recogida selectiva.

Una vez construidos los dos nuevos hornos se podrían incinerar anualmente 300.000 toneladas más de basura. Ahora, en Son Reus, no se da abasto. Al año entran unas 515.000 toneladas al año y una parte tiene que lanzarse directamente al vertedero, que está agotando su capacidad.