El pasado curso acabó con más de 17.000 alumnos inmigrantes, y para éste se prevé que se llegue a unos 20.000.

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La Conselleria d'Educació destinará este curso escolar 9.704.575 euros a la puesta en marcha de programas de compensación educativa, los destinados sobre todo a alumnos inmigrantes recién llegados, pero también a aquéllos en situación de riesgo social o enfermos. Para la directora general d'Ordenació i Innovació, Joana Rosselló, es importante «no olvidar que año tras año absorbemos nuevos alumnos, a los que se tiene que dar una respuesta y distribuir bien para no crear guetos». Uno de los programas más importantes es el de Atención y Asesoramiento, desde el que se impulsa el Plan de acogimiento lingüístico y cultural (PALIC) y los mediadores culturales. A través del PALIC se dota a los centros de profesores de atención a la diversidad. Este curso son 305, un 230% más que hace seis cursos, cuando había 92. Están distribuidos por los centros públicos y concertados, algunos a media jornada. Éstos deben coordinarse con los demás docentes y durante unas horas al día, en horario escolar, atienden a los alumnos extranjeros fuera del aula «para impartirles, por ejemplo, las clases de lengua castellana o catalana, en las que tienen unos conocimientos más bajos, para lograr que se pongan al nivel de la clase cuanto antes», explicó.

El IES Emili Darder denunció el recorte de 2 a 1'5 de estos profesores para el curso 2004-05, «pues uno debemos compartirlo este año con otro centro». Los mediadores culturales (contratados por ayuntamientos y mancomunidades), por su parte, se encargan del seguimiento del alumno inmigrante fuera del horario escolar. En este caso, aclaró Rosselló, «se ofrece al menor y a su familia una atención educativa, cultural, social y sanitaria para acelerar su adaptación». Una comisión de seguimiento controla este trabajo. Otro programa importante es el Servicio de Atención Educativa Domiciliaria (SAED), creado para los alumnos que por enfermedad o convalecencia no pueden asistir a clase durante un periodo largo de tiempo. Este curso está dotado con 27.000 euros (sólo en Mallorca) y es la Coodinadora de Minusválidos la que proporciona los profesionales que van a los domicilios de estos estudiantes para darles clase, en coordinación con los tutores, «adaptándoles el currículum, a fin de que los alumnos no pierdan el curso».

Similar al anterior es la labor del Aula Hospitalaria, ubicada en Son Dureta, «donde la Conselleria cuenta con dos docentes en plantilla para atender a menores de 3 a 16 hospitalizados, a los que se ofrece también una adaptación curricular». El programa más reciente es el que prevé la dotación de Interlocutores para los centros «para facilitar la relación del centro con las familias y la integración del alumno». Para acabar, otros programas se centran en el archivo e informatización de datos; en la formación continua del profesorado de atención a la diversidad, pedagogía terapéutica o audición y lenguaje, así como de los mediadores; o en la elaboración y difusión del material destinado a profesores, alumnos y padres. Buena parte de toda esta oferta se realiza en colaboración con otras direcciones generales, consellerias o CCAA. Para alumnos de Secundaria en situación de riesgo social se han creado las Aulas Externas, a través de convenios con ayuntamientos, que tratan de «recuperar» a estos alumnos «con talleres como alternativas a las clases unas horas al día».