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«Piso de emancipación» o «piso puente». Esa es la propuesta del Ajuntament de Palma y la Conselleria de Presidència para jóvenes de entre 18 y 25 años que provengan de programas de acogida. La Fundación Nazaret gestionará esta dependencia. La edil de Servicios Sociales de Palma, Margalida Ferrando, presentó esta iniciativa junto con el concejal de Juventud y Deportes, Rafael Durán; el director general de Juventud del Govern, Juan Manuel Gómez, y el director de la Fundación Nazaret, Guillem Cladera. El piso, sobre el cual no se dio información sobre su ubicación para no intervenir en la vida de estos jóvenes, será una ayuda para los que tengan que dejar los centros y no cuenten con recursos para seguir adelante.

Un educador social se ocupará del apartamento, con capacidad para tres personas, y seguirá la evolución de los jóvenes hasta que estén preparados para iniciar una vida en solitario. Hace dos semanas, la conselleria de Presidència Rosa Puig visitó un piso de este tipo aunque pensado para acoger a personas que surgían de centros de internamientos.

La filosofía es similar aunque para jóvenes que hayan permanecido en los centros de acogida que gestiona Nazaret. La «Casa del Jove» -nombre que recibe el piso- acogerá a tres jóvenes que previamente hayan participado en un programa específico de Nazaret, «Pista de Aterrizaje», un espacio intermedio entre los centros asistenciales y el nuevo piso en que se analizan los capacidades de adaptación de los chicos de 15 a 18 años acogidos allá. El educador social y coordinador del piso de acogida, Pep Angel Bosch, explicó también el programa «Clave de futuro» de la Fundación Nazaret, una iniciativa destinada también a jóvenes de 18 a 21 años. Según explicó, el proyecto es un dispositivo de inserción que pretende facilitarles la búsqueda de un trabajo y una vivienda y asesoramiento durante todo el proceso.