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Entre los actos tradicionales previstos cada año para celebrar Tots Sants en el cementerio de Palma se encuentra el acto ecuménico de oración por los difuntos, que normalmente se celebra al aire libre. Ayer, debido a las adversas condiciones meteorológicas, dicho acto se celebró en la capilla del cementerio municipal, poco después de las doce y media de la mañana. Alguno de los representantes previstos no acudió finalmente a las lecturas y plegarias previstas por parte de las diferentes iglesias y comunidades, al creer que la lluvia habría obligado a suspender la ceremonia ecuménica.

Aun así, asistieron al acto los representantes de ocho iglesias y comunidades. La salutación corrió a cargo de Llorenç Alcina, delegado diocesano para las Relaciones Interconfesionales. La primera persona en intervenir fue el representante de la Comunidad judía en Balears, Abraham Barchilon, al ser dicha comunidad religiosa la más antigua con presencia en las Islas. Cada representante, pastor o sacerdote decía unas pocas palabras en español y a continuación hacía la lectura en su propia lengua. El público asistente al acto fue, a diferencia de otros años, más bien escaso, debido sin duda al mal tiempo que hubo en Palma de Mallorca a lo largo de toda la mañana.

Gracias al acto ecuménico pudimos conocer, por ejemplo, que debido al frío intenso que reina en países como Finlandia, la mayor parte de las celebraciones se celebran en familia o en las iglesias, ya que los cementerios están nevados durante gran parte del otoño y del invierno. Además, como es sabido, en esa época del año apenas se ve el sol en los países más nórdicos.