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La «xeremia» te permite llegar a un estado de meditación. Esto es al menos lo que consiguió ayer un grupo de unos diez «xeremiers» que subieron caminando desde Caimari a Lluc al ritmo de la «xeremia». Éste es el primer encuentro formal que un grupo de aficionados a este instrumento ha organizado.

El próximo encuentro será en el mes de noviembre en sa Pobla y los «xeremiers» continuarán con estas jornadas en enero con la subida al Barranco de Biniaraix-Cases de l'Ofre y proseguirán su marcha en abril en el Castell de Alaró y en julio en la ermita de Betlem, en Artà.

Carles Amengual y Martí Torres, que ayer subieron a Lluc caminando, explicaron que «esta actividad nos permite el contacto con la naturaleza y meditar al ritmo de nuestros pasos y la música; lo importante es no dejar de sonar durante todo el recorrido». Lo interesante de estos encuentros de grupos de «xeremiers» procedentes de diferentes puntos de la Isla es que van improvisando músicas a lo largo de todo el recorrido.

Carme Moreno