Este año las viñas dan unos frutos con grado y muchos matices gustativos. Foto: TERESA AYUGA

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Blancas, dulces, prietas y con un grado óptimo de azúcar son las primeras uvas de la variedad chardonnay que se han vendimiado en la finca Sa Torre de Santa Eugènia. Esta finca es propiedad de las bodegas Macià Batle, ubicadas en Santa Maria del Camí e inscrita hasta ahora en la Denominación de Origen de Binissalem. Para la bodega Macià Batle el comienzo de la vendimia constituye una fiesta en la que visten a los asistentes, amigos y conocidos, con camiseta blanca y sombrero de paja -hay que protegerse del sol- y les obsequian con un trinxet para que todos durante un rato pasen por la agradable experiencia de cortar unos racimos de grano pequeño y prieto que se convertirán en extraordinarios caldos.

La fiesta acaba con una merienda para todos en la que no faltan el vino, la sobrassada, las conservas, el tomate y el pimiento, así como un camaiot que se reserva para la ocasión. En todo momento los asistentes son amablemente atendidos por el propietario de la bodega, Sebastià Rubí, y el gerente, Ramón Servalls. En la finca de Sa Torre, como ya se ha indicado, se empezó la vendimia con la variedad chardonnay que según explicó el enólogo Arnau Galmés, «este año es mejor que el anterior, ya que el proceso de maduración ha sido más regular y constante. El año pasado la uva maduró muy deprisa a causa del fuerte sol y no cogió plenamente todos los matices que debía tener».

Galmés también informó que la finca en cuestión tiene un total de 20 hectáreas, de las que 5 están sembradas de este año y otras tres son de la variedad chardonnay. Éstas últimas tienen 5 años de vida, por lo que ahora han alcanzado su plenitud en cuanto a producción. Tras la vendimia de esta variedad de uva blanca seguirá la de las variedades negras, merlot y syrah, la prensal otra vez blanca, el cabernet sauvignon y el manto negro. Entre tanto entrarán en bodega la variedad moscatel de la que la Macià Batle cosecha poca cantidad.

M. Martín