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P.P./J.M.A./J.H.
El prior del Monestir de La Real, Antoni Vallespir, lamentó ayer los incidentes producidos el pasado jueves en las inmediaciones del monasterio, y destacó que rechazaba cualquier tipo de violencia, «verbal o física».

Vallespir también rechazó las críticas vertidas contra él por el conseller de Interior del Govern, José María Rodríguez, que afirmó que el prior tenía parte de responsabilidad en todo lo ocurrido. «Yo sólo soy responsable del monasterio, lo que pase en la calle no es responsabilidad mía», dijo.

El prior afirmó que el equipo de gobierno «podría haber hecho las cosas de otra manera» y añadió que las fiestas de Sant Bernat habían transcurrido «con total normalidad» hasta que el jueves «vino todo el Consistorio».

Por otra parte, la Plataforma Salvem La Real, entidad integrada por las asociaciones de vecinos de es Secar de la Real y por la Comunitat de Missioners dels Sagrats Cors, emitió ayer un comunicado en el que recordó que hace dos meses y también el pasado 2 de agosto había recomendado a la alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, que este año no acudiese a la romería, ya que su presencia podría ser considerada como «una provocación» por los vecinos que se vienen oponiendo desde hace meses a la construcción del nuevo hospital de Son Dureta en Son Espases.

En el comunicado también se recordaba que la plataforma pidió el pasado 9 de agosto «la mediación» del delegado del Gobierno, Ramón Socías, «con tal de evitar incidentes de los que no nos podríamos responsabilizar».