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La Real continuó ayer con sus fiestas de Sant Bernat con normalidad, tras la tumultuosa y polémica romería del jueves pasado. La gente de la barriada se acercaba al Monasterio para disfrutar de las exposiciones de cuadros, de bordados, de la exposición de plantas y, sobre todo, de una sala especial donde se exponían fotos de La Real, de sus caserones más importantes, del mismo monasterio y los cambios que ha ido sufriendo la barriada a lo largo del tiempo. En el recinto había varias mesas que vendían artículos donados por los vecinos para reunir dinero que después se donará a la iglesia. Es tradición que las mujeres de la barriada hagan cocas que después se venderán en las fiestas, así como la mermelada de membrillo. A pesar de que ayer las fiestas fueron muy tranquilas, los vecinos estaban un poco tristes por lo ocurrido el día de la romería, lo que además provocó menos afluencia de visitantes en la jornada de ayer, aunque por otra parte se sienten muy unidos y lo demostraron en la misa solemne de la mañana a la que asistió mucha gente.

Jéssica Hernández
(texto y fotos)