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La consellera de Presidència, Rosa Puig, recibió ayer en el Consolat de la Mar a 150 niños saharauis que están pasando sus vacaciones en Balears, desde el 6 de julio y las finalizarán el 5 de septiembre. Estos niños son fruto del proyecto «Vacances en Pau 2004», que la Associació d'Amics del Poble Saharaui de las Illes Balears ha organizado, y lo lleva a cabo repartiéndolos entre las familias que quieren colaborar en el proyecto, acogiéndoles en sus casas y haciéndose cargo de su manutención y cuidado, como ha hecho Carmen García, que tiene en su casa a Embareck, un niño de 10 años, y nos cuenta que está muy feliz de colaborar: «Es muy bonito ver cómo les puede cambiar la vida por dos meses y cómo pueden aprender puntos de vista diferentes que les lleven a mejorar sus vidas».

Carmen nos explica cómo Embareck no veía nada hace dos veranos y cómo se le operó aquí en Mallorca de unas cataratas y ahora está muy bien. Por su parte Embareck dice estar muy contento, «lo que más me gusta son las piscinas, en el Sáhara no hay. También me ha gustado Sóller, las playas y Menorca».

Por otro lado, el presidente de esta asociación, Xavier Fortuny, comentó que «de los 150 niños que han venido, 95 son repetidores», lo cual indica que el proyecto es beneficioso, «cuando un niño subsahariano viene, recibe atención médica, se les hacen analíticas y se le alivia de los 50 grados que tienen en su país». Por último, Rosa Puig resaltó la estrecha relación que existe con el Sáhara y declaró que «muchos niños del Sáhara vienen aquí a pasar unas vacaciones y los niños mallorquines los tratan como hermanos».

Marieta Pineda