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El solsticio de verano siempre lleva implícita una carga de consideraciones mágicas que perviven en la tradición. Éste es el caso de vimer de l'Hort del Correu de Manacor que año tras año cura las hernias a decenas de niños y niñas. Al despuntar el día, sobre las 6:20 horas de la mañana, unos treinta niños, llegados de varios puntos de la comarca de Manacor, de entre los escasos meses de vida hasta los siete años de edad, pasaron por entre la ramas de vimer de l'Hort del Correu para que con su sabia en contacto con la hernia adquiera una esencia curativa que sane dicha hernia con un porcentaje elevadísimo de curación.

Ésta es una tradición familiar de los amitgers de este huerto, que de generación en generación van repitiendo los mismos pasos y las mismas pautas que en tiempos de sus antecesores, aunque la fecha del inicio de esta costumbre aún no ha quedado totalmente definida. Sobre las 4 horas de la madrugada se empiezan a preparar los dos vimers con que cuenta el huerto. Con un cuchillo afilado se van cortando las hojas a las ramas nuevas, cercenando el centro de la rama para que los niños puedan pasar por entre las dos semi-ramas del árbol.

De esta manera, cada niño cuenta con su propia rama. En cada una de ellas se cuelga un número correspondiente a cada niño. Si en unos días la rama cortada vuelve a renacer, se entiende que el niño al que le corresponde el número de la rama está curado de hernia para toda la vida. Preparados los dos vimers, sobre las 6:20 horas de la madrugada empieza la curación de hernias gracias a la sabia de este árbol. Desnudos y desorientados, los chiquillos abandonan los brazos de sus padres y madres para pasar por evimer curativo.

G. Mas