En la foto, Morey, Cabrer, Matas, Sierra y Llamas, en la promoción de viviendas de es Secar de la Real.

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El Govern tiene hasta 33 peticiones por cada vivienda social que construye en Balears y el Institut Balear de la Vivenda (Ibavi) prevé construir un total de 1.627 inmuebles en esta legislatura. Sin embargo, la falta de suelo está dificultando la construcción de nuevas viviendas sociales mientras la demanda crece día a día. Como muestra de ello, en una de las promociones en Es Vivero y Son Gibert se ofertaron 106 viviendas y se presentaron un total de 1.256 solicitudes. Tras excluir 380 peticiones, el Ibavi contabilizó 11,5 solicitudes por cada vivienda.

En Marratxí, uno de los municipios donde se ha disparado la demanda, el Ibavi ha promovido 33 viviendas y se han presentado 1.096 solicitudes. Tras excluir a 403 demandantes que no cumplían los requisitos necesarios para acceder a los pisos -en muchos casos se presentan varios miembros de una misma familia para tener más opciones en los sorteos-, cada vivienda cuenta con un total de 33,2 solicitudes. «El Ibavi tiene un grave problema debido al alto precio del suelo; nosotros no podemos comprar en el mercado libre porque el precio de las viviendas que promovemos sería demasiado alto», explica Segismundo Morey, gerente del Ibavi.

De esta manera, una vivienda social tiene un precio máximo de 1.360 euros por metro cuadrado. El precio final de cada inmueble se sitúa en unos 122.000 euros (20,5 millones) más los impuestos correspondientes. Es decir, el Ibavi no puede comprar un solar cuyo suelo suponga una repercusión de 9.000 a 12.000 euros por metro cuadrado en el precio final. Si se paga por encima de este tope las viviendas ya no se ajustan a los parámetros del VPO. «Los ayuntamientos deben suministrarnos suelo para poder seguir construyendo viviendas sociales; de lo contrario, no podemos competir en el mercado libre», insiste Morey.