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M.V./G.P./N.L.
El primer día de clase se desarrolló con normalidad en la mayoría de municipios de la Serra de Tramuntana. En Esporles había cierta preocupación por las obras, pero ayer por la mañana, a primera hora, se instalaron los cristales de dos aulas nuevas y todo estaba a punto. Este año hay 476 alumnos en la escuela y la plantilla de profesores está casi al completo. Sólo falta una profesora de Educación Física que «esperemos que llegue estos días», dijo la directora. En Estellencs también hubo normalidad. La asignatura pendiente siguen siendo las obras de reforma del centro, que este año acoge a un total de 17 alumnos. Sóller, Bunyola y Puigpunyent comenzaron las clases sin problemas. Estos dos últimos municipios reclaman también una ampliación de sus instalaciones por el aumento de alumnos que han experimentado en los últimos años. Este mismo problema también se repite en los municipios de Llucmajor y Marratxí, donde se han desdoblado aulas y se piden nuevos centros.