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El conseller de Cooperació Local i Residus del Consell de Mallorca, Miquel Riera, aseguró ayer que tratará de negociar con el Ajuntament de Palma la posibilidad de que la institución insular asuma los trabajos de recogida de residuos en Palma con el propósito de unificar todo el servicio de recogida. Riera quiere mantener contactos con los responsables de Emaya para hacerse con la recogida de residuos o bien para colaborar en la medida de lo posible con el Ajuntament de Palma en la implantación definitiva de la recogida selectiva de residuos en la capital.

El conseller aseguró que, mientras que la recogida selectiva está dando muy buenos resultados en la Part Forana, en Palma no se ha llegado a los mismos niveles. Ello se debe a que en numerosos barrios de la ciudad todavía no se ha puesto en marcha el contenedor amarillo, destinado los envases y embalajes. «Nuestro objetivo es intentar que en Palma la recogida selectiva se iguale con la de la Part Forana», señaló Riera. Miquel Riera ofreció ayer una rueda de prensa para presentar a los nuevos miembros de su equipo. Al frente del departamento de Cooperació Municipal estará durante estos cuatro años Domingo Bonnín y Guillem Riera estará al frente de Residus. Maria Antònia Albertí es la nueva secretaria técnica del conseller.

Durante la presentación de sus colaboradores, Riera se refirió a la necesidad de comenzar todo el trámite administrativo para que el tercer horno de Son Reus esté operativo al final de la legislatura. Según Riera, la ampliación de la planta incineradora tardará como mínimo tres años en estar en funcionamiento. A lo largo de 2002, la producción de residuos sufrió un relativo estancamiento, ya que creció cerca de un tres por ciento. Sin embargo, el año se cerró con 509.000 toneladas de basuras, cuando las previsiones del Govern para este año era de 450.000. El conseller aseguró que este estancamiento cambiará en breve, cuando el sistema de residuos sólidos urbanos asuma los excedentes de los residuos de demolición.