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C.AGUSTÍN
Cerca de sesenta personas acudieron ayer al encuentro ecuménico que organizaron todas las Iglesias cristianas de Mallorca para celebrar la fiesta de Pentecostés. Este año, la sexta peregrinación ecuménica, eligió el santuario de Nuestra Señora de Bellver como lugar de encuentro.

«Es un encuentro lógico ya que en Pentecostés los cristianos rezamos por el don de la unidad», explicó Llorenç Alcina, delegado diocesano de Ecumenismo, quien recordó las recientes palabras de Juan Pablo ll en Croacia: «El camino ecuménico de la Iglesia es irreversible».

En la celebración estuvo presente la figura del obispo Teodor Úbeda, «que luchó tanto, en el espíritu del Concilio Vaticano II, por la universal unión de los cristianos», afirmó Alcina, que junto con el padre Makary, de la Iglesia Ortodoxa; monseñor Kramer, rector del Centro Católico Alemán; el reverendo Robert Ellis, responsable de la parroquia Anglicana; el padre Pere Thelender, de la Iglesia Luterana sueca; Knüt Lindghest, rector de la parroquia Luterana noruega y Federico Larrinaga, mayor del Ejército Evángelico de Salvación, rezaron por la «unión de los cristianos en el bautismo, el credo y el martirio».