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La Conselleria de Treball anunció ayer que iniciará una campaña de inspecciones entre las empresas de más de 50 empleados para controlar que realmente tienen contratados al menos un dos por ciento de trabajadores con alguna discapacidad, tal y como les obliga la ley. En caso de que no formalicen estas contrataciones, el Govern también comprobará que destinan este dinero a la compra de servicios externos a centros especiales de empleo.

El conseller de Treball, Miquel Rosselló, realizó este anuncio durante la visita oficial que ayer él mismo, la consellera de Benestar Social, Fernanda Caro, y el president del Govern, Francesc Antich, al centro especial que tiene Amadip. Antes de esta campaña de control, el Govern ha enviado un equipo a todas las empresas de más de 50 empleados para advertirles del obligado cumplimiento de la ley.

Francesc Antich y los dos consellers realizaron ayer una visita a las instalaciones de Amadip para comprobar qué trabajo realiza este centro especial de empleo que tiene 417 usuarios, 260 trabajadores, 50 voluntarios, 450 socios activos y 668 socios colaboradores. Los responsables de la empresa explicaron que, durante 2002, dispusieron de unos ingresos de 6 millones de euros, de los que el 50 por ciento se obtiene gracias a la venta de los productos de la empresa. También destacaron el importante esfuerzo inversor realizado con la construcción de varias naves en Can Weyler, donde están instalados los talleres tras haber ganado el concurso del legado Weyler.