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El regidor de Acció Social de Cort, Antoni Nadal, presentó ayer la memoria anual del Servei d'Acollida a Dones i Famílies (SADIF), dirigido por Marta Amer. En total, en 2002 fueron atendidos 363 casos de mujeres con problemas de maltrato y de familias en situación de emergencia social, mientras que en 2001 la cifra ascendió a 309 personas atendidas. Dicho servicio, creado en 1989, es gestionado por Cáritas. Tanto Nadal como Amer recordaron que detrás de cada una de estas cifras se encuentran historias concretas de mujeres que han vivido situaciones de desamparo y desigualdad crónicas.

Los objetivos del SADIF son ofrecer una atención específica a las mujeres y a las familias que acuden al mismo, realizar una valoración de las problemáticas presentadas e impulsar un proceso de reinserción social. Para ello, el SADIF dispone de cinco programas: de orientación, acogida, promoción social, atención psicológica y ocio.

Amer indicó que el programa de orientación atendió a 126 mujeres con problemas de maltrato y a 85 familias en situación de emergencia social en 2002, mientras que en 2001 fueron 87 y 55 respectivamente. El programa de acogida atendió a 115 mujeres con problemas de maltrato y a 37 familias en 2002, mientras que en 2001 fueron 125 y 42 respectivamente.

Nadal recordó que el SADIF funciona las 24 horas del día, todos los días del año y añadió que, además de contar con un centro de acogida, desde noviembre de 2002 dispone de un servicio de urgencia para alojar en cualquier momento a aquellas mujeres que no tengan ningún sitio donde poder ir. El teléfono es 971 71 94 04.

Amer señaló que la estancia de las personas que acudieron al centro de acogida fue inferior a un mes en el 71 por cien de los casos, si bien destacó que un 6 por cien de personas estuvo entre siete y nueve meses, y un 5 por cien más de nueve meses. Entre las personas que llegaron al SADIF solicitando ayuda, un 20 por cien de mujeres habían recibido maltratos de uno a cinco años, un 19 por cien durante más de cinco años y un 34 por cien durante más de diez años. «Lo que queremos conseguir con este servicio es que la mujer que acude a él recupere su dignidad», concluyó Nadal.