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La junta del Fomento del Turismo de Mallorca consensuó ayer un plan estratégico para solucionar los problemas por los que atraviesa la industria turística balear, para lo cual trabajará en pequeñas comisiones sectoriales, solicitará entrevistas de trabajo a Gobierno central y ayuntamientos de las Islas y hará públicas sus propuestas para que los partidos políticos del archipiélago, si lo consideran oportuno, las incluyan en sus programas electorales de cara a las elecciones de mayo.

Este plan estratégico, que se deriva de dos documentos elaborados por la Federación Hotelera de Mallorca y Aviba, tiene como objetivos esenciales mejorar e incrementar la promoción turística, mantener una buena relación calidad precio de la oferta -en especial de la complementaria- y trabajar para la desestacionalización de la actividad.

El Fomento del Turismo iniciará una ronda de reuniones con los ayuntamientos turísticos de las Islas en los que solicitará que cumplan con las normativas sobre limpieza y contaminación acústica, al tiempo que pedirán mayor presencia policial en zonas consideradas problemáticas. A los consistorios les exigirán también otras fórmulas de financiación que eviten el encarecimiento de hamacas y otros servicios en las playas de sus municipios.

El Fomento del Turismo solicitará una entrevista con el ministro de Justicia, José María Michavila, en la que pedirá los recursos necesarios para instaurar en Mallorca un «juzgado rápido», para juzgar los pequeños delitos que se cometen en las zonas turísticas. El Fomento también iniciará contactos con el Ministerio de Fomento y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea para discutir posibles soluciones al encarecimiento de las tasas aeroportuarias que restan competitividad a la oferta turística balear.

Crearán una base de datos para evaluar la situación de los mercados emisores y del resto de destinos en precios y reservas. La principal propuesta del sector para luchar contra la estacionalización de la actividad turística en el archipiélago, que en los dos últimos años se ha agudizado, pasa por la construcción de un palacio de congresos y exposiciones en Palma, como han hecho diversas autonomías españolas incluso las que no son turísticas.