La autorización para construir viviendas en suelo rústico es uno de los aspectos que más enfrentan a los distintos partidos del Pacte de Progrés.

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Las peticiones para construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico disminuyeron en 2002 un 20'5 por ciento, según datos del Consell de Mallorca. A lo largo del año pasado, la institución insular recibió un total de 596 peticiones de urbanización, frente a las 750 recibidas un año antes. Con respecto a las autorizaciones, también sufrieron un descenso: A lo largo de 2002 se concedieron 505 permisos, mientras que en 2001 las autorizaciones fueron 549. En este caso, el descenso es menor ya que llega al ocho por ciento. La cifra de viviendas construidas desde comienzos de los años 90 es espectacular. Desde 1991 el Consell ha autorizado la construcción de 5.635 viviendas unifamiliares en suelo rústico, lo que da una idea de la enorme presión urbanística a la que está sometido el campo. En este mismo periodo, el Consell denegó permiso para construir otras 1.949 viviendas en rústico.

Si bien hasta 1995 las construcciones en este suelo se mantuvieron más o menos estables y apenas sobrepasaron las 300 al año, el incremento de la parcela mínima para edificar de 7.000 a 14.000 metros cuadrados provocó un espectacular aumento de solicitudes, como demuestra el hecho de que las 207 viviendas construidas en 1995 pasaron a ser 815 un año más tarde. A partir de este boom, volvió a producirse un nuevo descenso en la petición de edificación de viviendas unifamiliares, pero la llegada del Pacte de Progrés al Govern disparó de nuevo las solicitudes. En 1999, el primer año del Pacte en el Govern, se alcanzaron las 1.269 solicitudes, cuando un año antes sólo se habían presentado un total de 466 peticiones de urbanización

El análisis mensual de las peticiones realizadas el año pasado también refleja datos interesantes. Durante los primeros meses del año, con la controversia pública del Pacte sobre la necesidad de establecer un cupo de viviendas en rústico, el número de solicitudes es muy elevado y llega a una media de 76 al mes en el periodo de enero a junio. Por el contrario, en los meses finales del año, la media de peticiones baja sensiblemente hasta el punto de que entre agosto y septiembre se produjo una media de 25 solicitudes al mes. La tendencia, por tanto, tras la polémica de los primeros meses del año es a la baja.