El Ajuntament pretende cambiar la clasificación del suelo para
que pase de urbanizable a urbano. En las alegaciones se recuerda
que el propio Consell de Govern decidió aceptar la petición de
modificación del suelo, pero con la precisión de que el cambio
quedaría en suspenso hasta que quede aprobado el Pla Territorial de
Mallorca, cosa que todavía no ha sucedido.
Las alegaciones también lamentan que, si la zona pasa a ser
suelo urbano, podría dividirse en 88 parcelas de 1.000 metros cada
una con capacidad, por tanto, para 88 nuevas viviendas
unifamiliares, 74 más de las 14 que existen en estos momentos.
También se asegura que el estudio de impacto ambiental que
realizó el Ajuntament de Palma a la hora de proponer la
reclasificación de estos terrenos es muy deficiente y no se ajusta
al decreto balear sobre la implantación y regulación de los
estudios de evaluación de impacto ambiental. Lo que se solicita en
las alegaciones es que el Ajuntament de Palma anule y deje sin
efecto la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para
recalificar los terrenos.
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