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Como cada año, el Colegio Holandés celebró ayer la fiesta de San Nicolás, aunque ayer había una novedad, el nuevo local, situado en la Fundación Nazaret. La fiesta se inició con un desayuno a las diez de la mañana realmente rico, con el que los niños pudieron disfrutar de los dulces. Aunque fue un desayuno muy rápido, ya que la impaciencia superó a los más pequeños. Fue a las once cuando apareció Sant Nicolás, que fue recibido con las canciones que los niños habían aprendido para la ocasión.

Como todos los presentes habían sido buenos durante este año, todos recibieron su pertinente regalo. San Nicolás fue sacando de su saco uno a uno los regalos entre el jolgorio de los pequeños holandeses. La fiesta fue completa, ya que una vez más se celebró la ya tradicional tómbola con muchos premios, además de que se celebraron muchas actividades en las que toda la familia pudo divertirse. Era una jornada destinada a los pequeños de la casa, aunque fueron muchos los padres que no pudieron evitar la tentación de volver por unos instantes a la infancia.

D.J.N.