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El ex ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, afirmó ayer en Palma, donde mantuvo una reunión con el conseller Joan Mesquida y los agentes económicos de las Islas para analizar la coyuntura mundial, que el impacto que podría tener sobre la economía balear una hipotética recaída económica en el ámbito mundial sería «moderado, por lo que no haría falta pensar en ayudas de emergencia o compensaciones para el sector turístico balear».

El que fuera presidente interino del Fondo Monetario Internacional entre 1991 y 1993, confió en que el turismo balear mejore en 2003, «todas las previsiones apuntan a que en el próximo ejercicio se prevé que las economías alemana y británica crecerán en torno al 2 por ciento». Sin embargo, abogó por que tanto el Gobierno central como el balear establezcan «compensaciones si el turismo de las Islas vuelve a experimentar una coyuntura difícil el próximo año, pero esta circunstancia hay que descartarla porque, según los indicadores, todo apunta a que finalmente no será necesario».

Tras recalcar que otros destinos turísticos del Mediterráneo han sufrido caídas mayores que Balears y que éstas siguen siendo un lugar preferencial para los visitantes, «no ha cambiado de momento, de ahí que me parezca inteligente y un desafío positivo la política del Govern de moderar el crecimiento turístico y apostar por la calidad y un modelo turístico con un desarrollo diferente».