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El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Jesús Caldera, aseguró ayer en Palma, acompañado por el president Antich, que «los gallegos aconsejarían a los ciudadanos de Balears que no voten a Matas». «La opinión que teníamos del señor Matas antes de ser ministro no era muy buena, pero ahora es pésima. Pregunten a los gallegos qué opinan sobre Matas», planteó Caldera, quien se desplazó a Palma para pronunciar una conferencia en el Parlament.

Caldera calificó de «inadmisible» que Matas todavía no haya informado en el Congreso de los Diputados de los hechos acaecidos en Galicia por el desastre provocado por el «Prestige», y recordó que en Francia «la ministra de Medio Ambiente ya ha comparecido tres veces ante los diputados franceses y les ha informado, por ejemplo, que el pretrolero todavía echa fuel. ¿Y qué hace Matas mientras tanto? El ministro está en Balears haciendo mítines. Lo que debería hacer Matas es estar en Balears con todas las consecuencias o desempeñar sus responsabilidades como ministro», opinó el «número dos» del Grupo Parlamentario Socialista. En cualquier caso, Caldera se mostró «convencido» de que Matas no volverá a gobernar en Balears.

Caldera también aprovechó su presencia en Palma para manifestar el apoyo «total y absoluto» de la dirección nacional socialista ante las reivindicaciones del Govern para solventar los problemas del transporte aéreo en Balears. «El PSOE está totalmente comprometido en solventar los problemas de la insularidad», señaló Caldera, quien prometió que si los socialistas vuelven a gobernar en Madrid «nos comprometemos a dar soluciones a los problemas de insularidad porque es una obligación legal». «Es necesaria y urgente la declaración de servicio público», insistió Jesús Caldera.

El dirigente socialista también criticó con dureza la postura del Gobierno central por su enfrentamiento permanente con el Govern dePacte de Progrés. En este sentido, Jesús Caldera dijo que los socialistas se «alegran de que las comunidades gobernadas por el PP reciban muchos turistas», mientras el Gobierno «sólo intenta torpedear las políticas que desarrolla el Govern por el mero hecho de haber perdido las últimas elecciones autonómicas».